El impulso de escribir representa una de las motivaciones más intrínsecas de cualquier individuo. Tomar lápiz y papel y derrochar conocimientos, sentimientos, historias o experiencias que se transforme en un compendio literario, supone una de las expresiones que revelan el increíble ingenio del ser humano, como ente dotado de una extraordinaria capacidad de raciocinio.

La escritura puede representar para algunos una aspiración vaga en tanto que para otros el escribir simboliza una pasión que conduzca su vida. En cualquier caso, muchos se han visto tentados en plasmar en tinta cualquier escrito para que este se materialice como una obra que llegue a manos de muchos.

La dedicación y el esmero subyacente que se encuentra detrás cada hoja o página de  un libro, solo es valorada en toda su dimensión, por aquellos que dedican innumerable cantidad de tiempo tras la pantalla de un ordenador o través de una simple pluma y papel, en donde el divagar de ideas van soslayando múltiples obstáculos que permiten ir emergiendo luces de creatividad para la generación palabras y frases.

Para la mayoría que comparten esta excelsa pasión, el distribuir sus valiosos manuscritos con otros constituye en cierta forma el punto final de su trabajo. Y aunque la escritura surge como una conversación privada entre el autor y sus pensamientos, la trasmisión de los mismos manifestados a través de un libro resulta el complemento final de cada obra.

Sin embargo, la tarea de publicar un escrito no constituye una labor sencilla. Muchas dificultades pueden surgir para aquel que desee colocar su obra a la luz de todos. Quizás el obstáculo principal que afrontan muchos autores es la propia y natural resistencia que significa entregar sus valioso trabajo para que sea valorado por otros y en el transcurso de ese escrutinio su obra pueda perder el sentido original que le fue dado en un principio.

El recelo de un escritor al entregar su creación para que la misma sea “editada”, se encuentra fundamentado en los típicos paradigmas, impuestos por los grandes sellos editoriales, los cuales balancean la calidad y originalidad de cada obra con las exigencias comerciales de un mercado cada vez más competitivo.

Las consecuencias inmediatas de los ajustados requerimientos de las casa editoriales son frustraciones y desavenencias que en muchos casos hacen rehuir a muchos autores de presentar sus obras. Cientos de maravillosos libros reposan en los rincones más oscuros por haber sentido el rechazo que imponen las habituales prácticas de edición.

Afortunadamente el control vuelve a estar de mano del autor. Con el apoyo que ofrecen las novedosas tecnologías de información, la posibilidad de “auto editarse y auto publicarse” manteniendo de manera invariable el sentido original de cualquier obra ya es un hecho.

La autoedición y autopublicación: una oportunidad para los autores

Han brotados distintas concepciones como la autopublicación y autoedición, que facilitan el control integral de un escrito a su autor.  Otorgar libertad absoluta al escritor siendo el único responsable del destino de su creación es la meta que buscan estas nuevas formas.

La autoedición y autopublicación no constituye en esencia un modismo totalmente nuevo, pues habría que recordar que para los primeros ensayistas la opción principal de que sus escritos vieran luz consistía en la “autogestión” de los mismos, siendo por cuenta del propio autor la impresión y distribución del libro.

El impulso del libro como elemento intercambio de conocimiento, divulgador de información y medio de entretenimiento ha crecido exponencialmente durante los dos últimos siglos, desarrollándose todo un complejo y entramado comercial alrededor del mismo, el cual genera un gran y lucrativo negocio.

Es así que el surgimiento de grandes sellos comerciales dedicados exclusivamente a la revisión exhaustiva del contenido de libro para su posterior comercialización se convirtió en el canal por excelencia en el cual llegan los compendios literarios a las manos de los lectores.

No obstante las limitaciones impuestas por algunas de estas casas editoriales motivadas por los requerimientos de un mercado altamente exigente, por lo general inciden en el desarrollo creativo de las publicaciones siendo la regla general la edición estricta de cualquier texto a fin de que se adecue a la demanda existente.

Entendiendo el equilibrio que debe existir entre  extendidos parámetros de la edición y publicación de libros y conservar la identidad propia que le otorgan sus autores, la autoedición surge como el mecanismo más fiable que cada día gana más adeptos.

Punto Rojo Libros: el equilibrio perfecto

Consciente de la necesidad de balancear las demandas de un mercado literario plagado de nuevas exigencias y alinearse con las realidades de un entorno cada vez más cambiante, surge la Punto Rojo Libros editorial pionera en la península ibérica como líderes en la autoedición y autopublicación.

Con un catálogo de más de seis mil publicaciones y la presencia en veintidós países de habla hispana, Punto Rojo Libros rompe todos los esquemas al ofrecer servicios de autoedición y autopublicación uniendo las singularidades que ofrece la opción de autogestión editorial con el acompañamiento de primer nivel que garantiza excelente resultados.

Cada día son más los autores que confían en Punto Rojo Libros como el aliado perfecto que guie sus obras al alcance de todos. Con un equipo altamente calificado entregar cualquier manuscrito a Punto Rojo Libros representa la absoluta certeza de una revisión bajo los más altos estándares, manteniendo la integridad del texto incólume.

No cabe duda que el éxito de Punto Rojo Libros es su versatilidad que le permite adaptarse rápidamente a cualquier exigencia. En este sentido la comercialización de una obra entregada a esta casa editorial tiene un éxito garantizado, debido a sus excelentes canales de distribución.

Estableciendo alianzas con los principales sitios de ventas de libros ya sea digital o físico, le otorgan la confianza al autor de presentar bajo cualquier formato su obra. Asimismo Punto Rojo Libros le otorga la posibilidad al dueño y creador de la obra de decidir hasta donde desea llegar con su publicación. Control de tiraje y locación de ventas van por cuenta del cliente.

Disponer de Punto Rojo Libros significa para todos aquellos que hacen del lápiz y papel su pasión, el puente más inmediato que permitirá dar luz a sus escritos. Manteniéndose a la vanguardia en el mundo de la autoedición y autopublicación Punto Rojo Libros es la respuesta correcta.